Nunca conocí a nadie que quisiera ir a la plaza de Tiannanmen.
Posiblemente soy la única que afirma
que ha planeado cuidadosamente hacer el amor
en medio de la ciudad prohibida.
No hablo por mí sola
pero así he de tejer, intuir el peligro
sentarme de rodillas junto al sofá
con el pelo bien peinado.
Pero tendría que casarme y hacer un hijo
dejarme crecer el bigote podría enfurecerme.
No guardo anhelo alguno
salvo las noches que me esperan en la plaza de Tiannanmen
sabiendo que ese gran momento carecerá de importancia
para el resto del mundo.
Yosie Crespo
Diciembre, 2013
Yosie Crespo
Diciembre, 2013